Kosovo fue de los sitios mas interesantes del viaje. Puede decirse que es un sitio poco turístico. No es que tenga mucho que ver pero es interesante por las cosas que están pasando en estos momentos.
Antiguamente Kosovo estaba habitada por serbios pero llegaron los albaneses y se pusieron a tener hijos y ahora son la gran mayoría, el 95%. Debido a esto los serbios se asustan y deciden expulsarlos a Albania. Interviene la ONU y Bill Clinton (que aquí es un héroe y hasta da nombre a la avenida principal de Pristina) bombardean Belgrado y acaban poniendo un protectorado con la vigilancia de la KFOR. El país se independiza y los Kosovares comienzan a hacer exactamente lo mismo con la minoria serbia de Mitrovica. Del tal modo que ahora la ONU esta allí para proteger a los serbios de los albaneses. Lo que puede pasar ahora es que la parte norte vuelva a Serbia, pero los kosovares no quieren... es un lío. No creo que tenga solución fácil.
Una de las mejores anécdotas del viaje fue cuando después de pasar dos controles de tanquetas de la Onu al bordear Mitrovica Unai vio a una niña jugando con un balón en la calle y dijo "pues a mi no me parece para tanto lo de Kosovo" Segundos mas tarde oímos una ráfaga de disparos desde la ciudad. Paramos las motos a ver que pasaba y volvemos a oír otra unos segundos después. Al de un rato de decirnos mutuamente ¿lo has oído tío?; ¿los has oído? reemprendemos la marcha. Al llegar al albergue de Pristina después de una lluvia torrencial le pregunté si seguía pensando lo mismo y me respondió "No, no, lo de hoy si que fue peligroso ¿no te fijaste como iban los coches y lo mal que estaba la carretera? En fin, no hay nadie mas chulo que él.
Al día siguiente nos comimos un pollo entero por dos euros y seguimos comentando el tema. A las afueras de Pristina nos invitaron a una boda islámica y pudimos ver un poco como era. Aprovechamos para comer de gorra otra vez y tras felicitar al novio nos marchamos a Macedonia, a por el postre.
